Maria Santisima del Buen Fin

La imagen de María Santísima del Buen Fin se adquiere en el Taller de Santa Rufina, en Madrid, y es obra de D. José María Oriol. En el año 1995 fue remodelada y repolicromada por el restaurador egabrense D. Santiago Molina Ruiz, quien le confirió la impronta actual.

Es una imagen de vestir de la Virgen Dolorosa en postura erguida, con mirada hacia el frente y los ojos azules, con brazos articulados y tallada la cabeza y las manos, de modo que su presentación requiere que se revista con distintos textiles que complementan la talla.

El color que ha caracterizado la vestimenta de la imagen ha sido, históricamente, el negro, forma en la que se nos presenta en sus cultos principales y en la estación de penitencia del Miércoles Santo, teniendo en su ajuar distintos conjuntos de saya y manto, siendo las más destacables la saya burdeos bordada en oro fino y la saya negra que, tradicionalmente, luce la imagen en Semana Santa.

La imagen de la Virgen se complementa con el uso de la corona o diadema, contando en el ajuar de nuestra Hermandad con dos coronas, una en metal plateado y otra en plata sobredorada, además de una diadema y un aro de estrellas.

La Hermandad cuenta también con un extenso joyero que sirve para exornar a la Santísima Virgen, en el que se encuentran distintos broches de oro, puñales, rosarios y otros elementos propios de la joyería cofrade.